Uno de los puntos medulares del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec será la estación de Matías Romero, ubicada en el municipio del mismo nombre en el estado de Oaxaca.
La vieja estación fue construida y puesta en operación hace más de 100 años, en 1906, pero el abandono de las administraciones pasadas y el terremoto del 2017 terminaron por dañarla. Para honrar su pasado, la estación será remodelada pero se rescatará su fachada original.
En este punto Luis Ángel Arroyo Ruíz, quien labora en el lugar desde hace 40 años y actualmente es supervisor de vía del ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, reconoce que con el paso de los años la estación y su patio de maniobras fueron dejados en el olvido, lo que derivó en un lamentable y grave deterioro.
Sin embargo, dice sentirse entusiasmado por todos los trabajos de rescate que ha visto en los últimos meses, con el cambio de durmientes, de vías, así como la rehabilitación de terracerías, alcantarillas, puentes, cruces, en general toda la infraestructura ferroviaria.
“Indiscutiblemente los trabajos de modernización han impactado en la sociedad local y regional. No solo por el empleo, si no que la población ya tiene una percepción más amplia de todo lo que será el proyecto, no solo el ferrocarril”, dice.
Luis Ángel Arroyo, quien la mayor parte de su vida y su familia han dependido de su trabajo en el ferrocarril, reconoce que hay pequeños grupos de la población que no están muy de acuerdo con el proyecto.
“En un porcentaje mayoritario están a favor del proyecto, pero existen grupos minoritarios que tienden a buscar detalles o quizá, yo diría, a querer lucrar y obtener otro tipo de ventajas que no son inherentes al mismo. Si yo pudiese dar un porcentaje diría que un 85 por ciento o un 90 por ciento de la población están mayormente a favor del proyecto”.
Escribe un comentario