Ante el aumento de contagios de COVID-19 y debido a la saturación de hospitales en el Istmo son cada vez más las personas que buscan un tratamiento eficaz que reduzca o ayude a sobrellevar el padecimiento; y eso incluye el uso de oxígeno medicinal. Alrededor de 1 de cada 5 personas que contraen coronavirus, presentan un cuadro grave y experimentan dificultad para respirar. Un oxímetro para medir la saturación es primordial; así como la manera de proveer el oxígeno necesario para sus pulmones; pero ¿qué es mejor un concentrador o un tanque de oxígeno? y ¿qué diferencia hay entre ambos? Acá te respondemos.
¿Concentrador o tanque de oxígeno?
Lo primero que debes considerar para poder tratar de la mejor manera a una persona con falta de aire es su saturación. La Secretaria de Salud informó que con menos del 90% la persona debe ser hospitalizada, esto porque necesita que se suministre grandes cantidades de oxígeno que no cubren los tanques o los concentradores de uso casero. En el caso de ambos, se debe considerar el flujo continuo que en estos dispositivos suele llegar a 5 y 6 litros. Por ejemplo, si una persona tiene COVID y una saturación del 92%, pero con un flujo constante de oxígeno a 15 litros, necesita estar hospitalizada hasta que se estabilice; de tal manera que se le pueda suministrar una cantidad menor de flujo en casa.
Aunque aquí mencionamos algunas ventajas, desventajas y factores a considerar es importante que consultes a un médico para ver la mejor manera de tratar a un enfermo de COVID.
Tanque de oxígeno
Los tanques son dispositivos que tienen una determinada cantidad de oxígeno comprimido: son contenedores. Aunque son fáciles de manipular y pueden transportarse, su principalmente desventaja radica en que el líquido eventualmente se agota, dependiendo del flujo. Algunos de ellos pueden llegar a dar un suministro de hasta 15 litros, no obstante, en casos así, el líquido se terminará rápidamente. Por ejemplo, una pieza portátil con capacidad de 682 litros, con un flujo de 3 litros por minuto, tan sólo rendirá hasta 3:47 horas; incluso si no se ocupa, el oxígeno se evapora. Además de que con la actual situación, se ha vuelto más difícil realizar la recarga y poder rentarlos. En el caso de Matías Romero, por ejemplo, la escasez de tanques de oxígeno es alarmante, la gente fallece al no tener acceso a uno de ellos. Cabe mencionar que antes de la pandemia su uso se recomendaba por corto tiempo, principalmente para pacientes con problemas pulmonares leves.
Concentrador de oxigeno
Un concentrador de oxígeno es un dispositivo eléctrico que absorbe aire del ambiente, separa el oxígeno de otros gases y suministra oxígeno al paciente en altas concentraciones. El aire del ambiente se absorbe mediante un pequeño compresor eléctrico a través de una serie de filtros. El aire comprimido pasa por dos cámaras de tamiz molecular para eliminar el nitrógeno. El gas desechado vuelve al aire sin causar daño y el proceso se repite. De este modo, cuenta con un suministro ininterrumpido de oxígeno. El inconveniente es que para funcionar requiere estar siempre conectado, además de sus costos se han elevado mucho por la pandemia. Ojo, existen concentradores que son portátiles y tienen pilas; pero, además de que su precio es muy alto, muchos de ellos no llegan a más de los 3 litros de flujo, por lo que en casos graves de COVID no funcionarían.
Lo que hay que saber es que existen concentradores de oxígeno en el mercado que pueden confundir a la gente, es decir, hay concentradores que producen 5 litros pero su concentración de oxígeno es de 60% de pureza, este tipo de dispositivos tienen un costo entre 5 y 10 mil pesos, para casos complicados estos concentradores no ayudarían mucho ya que no producen suficiente oxígeno. Hay concentradores más caros (de 20 a 25 mil pesos aproximadamente) Estos producen 5 litros a 95% de pureza, estos si son de gran ayuda ya que producen más cantidad de oxígeno y ayudan al enfermo de covid a mantenerlo con vida.
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