Tomasa, mujer campesina de 35 años de edad y originaria de la comunidad de Las Flores, en el Istmo de Tehuantepec, acudió como derechohabiente al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social ( IMSS) número 37 de Matías Romero, porque presentaba síntomas de Covid-19.
No obstante, no recibió la atención que esperaba, pues le dijeron que las cinco camas del nosocomio para atender pacientes con el virus estaban ocupadas.
Tomasa regresó a su casa con una caja de paracetamol y otra de ambroxol; también le dieron una receta. Ella no recuerda el nombre del medicamento, pero cuando fue a preguntar el precio, le dijeron que costaba poco más de mil 500 pesos.
Sin ingresos, en parte por la pandemia y porque el campo no da para comer, todavía sufre de dolores de cuerpo, de cabeza, y tiene tos, sin que pueda recibir el servicio médico adecuado.
Un campesino llamado Leonardo, de 55 años, originario de la comunidad de Ocotal, que pertenece al municipio de El Barrio de La Soledad, presentó los mismos síntomas, acudió al mismo hospital del IMSS y le dijeron que no podían atenderlo porque no era derechohabiente. Tampoco le proporcionaron medicamentos, salvo unas pastillas de paracetamol, para calmar el dolor.
Gran parte de los detalles de estas historias también los comparte Guillermina Luría, coordinadora de Salud de diferentes comunidades agrupadas en la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), quien desde años ha sufrido esos dolores ajenos y le ha tocado incluso pelear contra la insensibilidad de las autoridades del sector Salud.
Entre esas historias está la de Emigdio, un campesino de 50 años de edad, nacido en Las Cruces, municipio de Matías Romero, quien perdió la batalla contra el Covid-19 hace unos 15 días, mientras su nuera y su hija estaban dando la pelea contra ese mismo mal.
Emigdio murió porque no recibió la atención adecuada en el hospital del IMSS de Matías Romero a donde acudió, dicen en el pueblo.
Mientras tanto, las autoridades del IMSS Oaxaca niegan que haya una deficiente atención médica o incluso la ausencia de la misma.
“En el Hospital de Matías Romero la ocupación hospitalaria es de 70% en general. Además, se cuenta con suficientes medicamentos y equipos de protección personal para la atención de pacientes Covid-19”, expresan en un comunicado.
Las autoridades del IMSS indican que en caso de aumentar la demanda de atención por casos relacionados con el virus SARS-CoV-2, también se elevará el número de camas, según se requiera.
También se han realizado acciones de control y mitigación de la enfermedad, así como reuniones con autoridades municipales, afirman.
Después de que la semana pasada se documentaron brotes de Covid-19 en comunidades istmeñas como San Dionisio del Mar, San Mateo del Mar, Santa María Xadani, José López Portillo y Los Chimalapa, la alerta roja llegó en esta ocasión desde las poblaciones de la zona norte del Istmo, que reportaron contagios masivos e insuficientes servicios médicos.
“En las comunidades que están alrededor del Hospital [General] María Lombardo, hemos visto un incremento de fallecimientos y contagios de personas por Covid-19 en las poblaciones de San Juan Cotzocón y Santiago Yaveo”, informa el representante de los trabajadores del nosocomio de los SSO, Timoteo Vásquez Pazos.
En días anteriores, las comunidades indígenas de la zona norte del Istmo habían denunciado que el Hospital María Lombardo había cerrado sus puertas. “No fue así, sino que las únicas cuatro camas Covid-19 estaban ocupadas y lamentablemente todo el personal médico no tiene el equipo de protección ni los insumos necesarios para atender más pacientes de este tipo”, explica el dirigente sindical Vásquez Pazos.
Para las casi 600 mil personas que habitan el Istmo de Tehuantepec, sólo hay disponibles 95 camas Covid-19 en el sector público, repartidas en los hospitales de los SSO, IMSS, ISSSTE, Pemex y Sedena. De estas, 67 se concentran en los municipios de Salina Cruz e Ixtepec. Mientras que la zona norte de la región sólo cuenta con 14 camas en Matías Romero, María Lombardo y Lagunas.
En detrimento de la situación, el Hospital Materno Infantil de Juchitán, reconvertido en Hospital 25 del Insabi para pacientes Covid, aún no tiene fecha exacta de reapertura, aunque las autoridades afirman que quizá esté abierto para la próxima semana.
Autoridades comunitarias de San Juan Guichicovi, como Lázaro Zacarías, del poblado Buenavista, aclaró que en esa localidad no se ha presentado un contagio de Covid-19, pero pidieron que las autoridades no descuiden las unidades médicas tanto del IMSS como de los SSO, donde faltan medicinas e insumos, así como médicos.
Los reclamos contra las autoridades de los SSO y del IMSS no se circunscriben a la zona norte del Istmo; en esta semana se extendieron a poblaciones de la región oriente, que contempla los municipios de Ingenio, Niltepec, Zanatepec, Reforma de Pineda, Chahuites y Tapanatepec, donde se han reportado varios casos de Covid-19.
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